1. LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA SE HA APARECIDO DESDE LOS PRIMEROS SIGLOS DEL
CRISTIANISMO CON DIFERENTES NOMBRES.
La Santísima Virgen María Madre de Dios y madre nuestra, no es más que
una. La única María de Nazaret, una joven pura e Inmaculada escogida por Dios
para que fuese su Madre aquí en la tierra.
Dios ha querido permitir que ella se haga
presente entre nosotros, asumiendo nuestra raza y nuestra cultura y por eso le
hemos colocado diversos nombres y advocaciones.
2. DIVERSAS
ADVOCACIONES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.
Cuando hablamos de Advocación (Advoco, del latín), se refiere a que
llamamos a María “por un nombre “según el lugar donde se hace presente Y también “la invocamos como nuestra abogada
y protectora”, que viene en “nuestro consuelo y alivio”. No debemos interpretar
estas apariciones de la Virgen María como una encarnación de ella, sino ella,
que está en cuerpo y alma en el cielo, se aparece y nos regala una imagen,
donde ella se adapta a cada pueblo. Así, su presencia es una invitación
constante a renunciar al pecado y a que abramos nuestras vidas a Jesucristo,
esperanza definitiva de la humanidad.
De esta manera, desde el siglo I, d. C, la
aparición de Nuestra Señora del Pilar, al apóstol Santiago el mayor, en España.
Nuestra Señora del Carmen en el siglo XIII en Palestina, Nuestra Señora de
Guadalupe en México en el siglo XVI y Nuestra Señora de Fátima, en Portugal en
el siglo XX, entre otras tantas.
3. EL
CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA UNIFICA A TODAS LAS ADVOCACIONES DE LA VIRGEN
MARÍA.
Esa única figura de nuestra Madre celestial, en las diferentes
advocaciones, confluyen en el único corazón purísimo, lleno de amor, de fe, de
humildad, de ternura, de generosidad. En toda Advocación debemos ver ese
Corazón Inmaculado que se muestra a todos, y nos conduce a su vez al Corazón
misericordioso de su Hijo Jesús.
¿QUÉ SIGNIFICA CONSAGRARSE A LA VIRGEN
MARÍA?
Este verbo Consagrar, Consagrarse (consecrare, en Latín), se refiere en
primer lugar, a dedicarse a algo o alguien, en función a santificarse; en otro
sentido más explicito, dedicar toda la vida buscando la voluntad divina y
también la podemos entender como “poner toda la propia persona bajo la
protección de Dios”.
Así, en el caso del Sacramento del Bautismo, somos despojados de las
ataduras del pecado original, para que, ayudados por la gracia santificante,
busquemos la Santidad de vida, como hijos de Dios y miembros de la Iglesia;
aquí está el fundamento del Sacerdocio común de los fieles, donde todos hemos
sido consagrados y quedamos asociados a Cristo como sacerdotes, profetas y
reyes.
En el Sacerdocio ministerial, los Presbíteros, a través de la Ordenación
son separados del mundo y consagrados para configurarse con Cristo, sumo
Sacerdote y buen Pastor, esposo de la Iglesia.
Cuando hablamos específicamente de consagrarnos al Corazón Inmaculado de
la Santísima Virgen María, nos referimos a “poner toda nuestra vida y persona
bajo la protección de ella” (Que en el fondo es como decir, “poner toda nuestra
vida y persona bajo la protección de Dios, a través de Ella), allí tiene
sentido la frase “sum totus tuus María (soy todo tuyo, María). Esta
Consagración implica también una dedicación total, un ofrecimiento de nuestra
vida a la Reina del cielo para que ella sea garante e Intercesora ante su hijo
de nuestra disposición y deseo de conversión y transformación espiritual. No es
adecuado pensar que al “Consagrarnos a María”, se está subestimando o rebajando
la Consagración bautismal, que está fundamentada en un Sacramento de iniciación
cristiana. Por el contrario, al consagrarnos a ella, renovamos nuestras
promesas bautismales y nuestro deseo de alcanzar la Santidad.
La petición exclusiva fue “Consagrar Rusia, al Corazón Inmaculado de
María”. Pero previamente a eso, el deseo de Dios es expresado en Fátima fue “establecer
en el mundo la Devoción al Inmaculado Corazón de María”; por consecuencia,
queda implícito también, aunque no se dijera explícitamente, consagrar, no sólo
a Rusia, sino al mundo entero y cada uno personalmente. Así también lo
entendieron algunos Papás posteriores. El primer Papa en hacerlo fue Pio XII,
consagrando todo el mundo al Corazón Inmaculado de María (el 31 de octubre de
1942) y posteriormente, Juan Pablo II (el 25 de marzo de 1984).
¿PARA QUÉ CONSAGRARNOS AL CORAZÓN
INMACULADO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA?
Según el testimonio que tenemos en la segunda aparición de María en
Fátima, el 13 de junio de 1917, ella le dijo a los niños: “Mi Hijo quiere
establecer en el mundo la Devoción a Mi Corazón Inmaculado “. Está claro que es
un deseo de Jesús que todos acojamos esta devoción, no sólo los pastorcitos,
sino todo aquel que abra su corazón con fe.
Más adelante en su tercera aparición, el 13 de julio de 1917, dijo
María: “Finalmente, Mi Corazón Inmaculado Triunfará… “
Este triunfo lo podemos entender en primer lugar, en una exigencia de la
conversión personal, cuando de verdad nos decidimos a dejar el pecado mortal y
apoyados en María, nuestro interés fundamental de vida se centra en buscar la
voluntad de Dios en Santidad y Caridad.
En segundo lugar, este triunfo, según palabras de María, se dará para
quien abrazando esta devoción “alcanzará la salvación y serán queridas sus
almas por Dios como flores puestas para mí para adornar su Trono”. (13 de junio
1917). Es decir, es un medio para la propia salvación eterna.
En tercer lugar, nos dice María: “Mi corazón Inmaculado será tu refugio
y el camino que te conducirá a Dios”. (13 de junio 1917). Es decir, que quiso
Dios darnos una adhesión especial a su Sagrado Corazón, a través del Corazón
Inmaculado de su Madre.
La Devoción al Corazón Inmaculado de María es para reparar y desagraviar
por los propios pecados y los del mundo entero.
Así, en la tercera aparición, la Santísima Virgen María, les dijo a los
niños: “Sacrifíquense por los pecadores y digan muchas veces, y especialmente
cuando hagan un sacrificio: ¡Oh, Jesús, es por tu amor, por la conversión de
los pecadores y reparación de los pecados cometidos contra el Corazón
Inmaculado de María”. Desagraviar el Corazón Inmaculado de La Santísima Virgen
María, es reparar también el Sagrado Corazón de Jesús, ya que están unidos, en
un mismo amor y en una sola misión de santificación y salvación definitiva para
todo el mundo.
La Consagración es también un gesto muy especial de amor a nuestra
Santísima Madre del cielo.
Teniendo en cuenta este llamado del cielo a
través de la Santísima Virgen María, nosotros comencemos entonces, a disponer
nuestra alma y nuestras personas para iniciar este itinerario de Preparación
para la Consagración al Corazón Inmaculado de la Santísima Virgen María.
SEGUNDA CONSIDERACIÓN ANTES DE COMENZAR LA
PREPARACIÓN.
Antes de adentrarnos en la historia y reflexiones sobre Nuestra Señora
de Coromoto, tengamos en cuenta la importancia de esta Consagración, que
engrandecerá aún más, nuestro amor a Dios.
¿Cuáles son las condiciones para que la
Consagración al Corazón Inmaculado de María, sea un acto de correspondencia
perfecta?
Dado que esta Consagración es un acto de fe y de obediencia a Dios a
través de la Santísima Virgen María, y tiene como propósito desagraviar y
reparar por los propios pecados y por todos los pecadores del mundo entero, es
bueno y necesario que haya una disposición de nuestra parte para poder recibir
las gracias que el Señor nos quiera regalar.
En efecto, nosotros podemos ofrecer oraciones, sacrificios, mortificaciones,
penitencia y actos de generosidad, de misericordia y caridad para purificar,
aminorar y hasta conseguir indulgencia por nuestros pecados graves y ofreciendo
en desagravio por los ultrajes cometidos contra el Sagrado Corazón de Jesús y
contra el corazón Inmaculado de María, bajo la ADVOCACIÓN de Nuestra Señora de
Coromoto.
Para que esta experiencia sea útil y podamos recibir las gracias
divinas, es importante tener en cuenta lo siguiente:
• La
primera condición es estar dispuestos a dedicar tiempo libre y honesto a la
oración.
• Asumamos
desde el principio una actitud de confianza total en el Señor y en María
Santísima.
• Ofrecer
sacrificios tales como ayuno y abstinencia. Abstenernos de algo que nos guste.
• El
Rezo pausado y concentrados del Santo Rosario diariamente durante estos días.
• Tener
la disposición de orar y sacrificarse por los pecadores y personas que nos
rodean.
• Es
fundamental tomar la decisión y ser consecuentes para poder luchar y renunciar
al pecado mortal y trabajar muy seriamente en la propia conversión.
• Para
esto necesitamos mucha humildad y apertura. Dejemos que Dios nos hable, sin
reservas.
ES
NECESARIO PARA EL ÉXITO DE LA PREPARACIÓN Y LA SOLEMNE CONSAGRACIÓN, QUE NOS
CONCENTREMOS Y ESTEMOS ATENTOS A LO SIGUIENTE:
-Pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine
para vencer los prejuicios iniciales, pereza e impaciencia.
-No es una simple lectura de conocimiento. Es
sobre todo, oración, meditación, reflexión, internalización.
-No abandonemos la preparación ante la
primera dificultad que tengamos, si fallamos un día, retomemos la reflexión
anterior, las oraciones diarias y sigue adelante.
-Recordemos que el Santísimo Rosario tiene
también un sentido de sacrificio y mortificación, hay que vencer la tentación
del fastidio y la impaciencia. Quien tenga las condiciones puede recitarlo todo
de rodillas o alguno de los misterios, según nos inspire el Espíritu Santo.
- Es bueno meditar el Santo Rosario con
calma, en la noche puedes cansarte y no hacerlo con dedicación. Si no lo
terminas, por alguna razón involuntaria, avanza al día siguiente y retómalo.
-Aseguremos los misterios que tocan cada
día y si tuviéramos el tiempo necesario, avancemos a otros misterios.
-A menos, que sea por razones técnicas de
peso, permanezcamos en el chat. Tengamos en cuenta que es un gran grupo en
oración que estamos orando y eso, no pasa en vano. Intentemos retomar cada vez,
algo nos dirá el Señor y una próxima vez, será mucho mejor, hasta que lo
logremos. Sino en esta, en la preparación de los próximos meses. Luchemos
fuerte contra la tentación de pensar que no vale la pena, no nos dejemos
distraer por otras personas, más bien invitemos a otros que estén cerca a
unirse al momento de la oración diaria, aunque sea ocasional para ellos, pero
nosotros sigamos adelante.
-TENEMOS LA
GRAN OPORTUNIDAD DE CONOCER LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE COROMOTO Y CONSAGRARNOS
A AU CORAZÓN INMACULADO CON SINCERO CORAZÓN Y AMOR, … ES UNA PROMESA DEL CIELO…
PIDAMOS LA GRACIA DE VIVIRLA CON FE Y PROFUNDIDAD.
(*) Catequesis oficiales.
©2020 Diócesis de Guanare